FERNANDO
FERNÁNDEZ-GIL
DOMINGO
Me debe ir eso de emprender, porque empecé de niño.
A los 10 años fundé el efímero “Gran Club Gato”, así como una revista que escribíamos entre varios compañeros de clase.
Don Crisanto, nuestro profesor, era el único cliente fiel que teníamos. Nos compraba cada número a 25 pesetas.
A los 11 años me puse a escribir cuentos, que fotocopiaba y vendía por la calle.
Poco a poco se fueron sumando amigos y compañeros de clase, hasta formar una red de cuentistas y vendedores.
Lo que ganábamos lo donábamos a la ONG del colegio.
Haciendo aquello descubrí lo que me llenaba en la vida.
En el 2006 empecé a compaginar mis estudios en Historia con un trabajo en una correduría de seguros.
Terminé dejando la carrera para centrarme en el ámbito profesional.
Nunca sabré si fue la decisión correcta.
En aquella correduría teníamos muy pocos clientes, pero extremadamente grandes. No nos podíamos permitir perder ni uno solo.
Siempre agradeceré lo curtido que salí de allí.
En el 2010 estaba trabajando en otra empresa, también de seguros.
Inexplicablemente en el departamento de contabilidad, yo, que soy más de letras que el diccionario de la RAE.
Un día, mientras estaba picando datos, me puse a fantasear y a pensar que sería bonito organizar recitales de poesía en residencias de personas mayores.
Es decir: hacer algo con lo que sentirme más realizado y menos muerto por dentro.
Aquello me terminó metiendo, en palabras de un amigo, en un embolao tremendo.
Así que a que a los 27 años fundé Los Argonautas, una ONG que empezó dedicándose a la organización de actividades culturales en residencias de personas mayores.
El patrimonio fundacional estuvo compuesto por un atril comprado en eBay.
10 años después:
-Teníamos en activo más de 1.000 voluntarios.
-Llegábamos anualmente a más de 15.000 beneficiarios.
-Habíamos recibido varios reconocimientos de prestigio a nivel nacional.
-Eramos un referente en materia de comunicación contra el edadismo.
Durante esa década estuve trabajando de lunes a domingo, sin cobrar un céntimo.
Por amor al arte.
Porque soy así de ¿tonto?
Pero a constante, perseverante y cabezota no me gana nadie.
Tiéntame si quieres.
Tras eso llegó la pandemia y, como a todos, me puso la vida patas arriba.
Desde septiembre del 2020 a febrero del 2024 fui responsable del área de Voluntariado en la Fundación Alicia y Guillermo, encargándome asimismo de activar la captación de fondos privados.
A día de hoy me hallo emprendiendo una nueva etapa, porque me gusta meterme en embolaos.
Y ya me cansé de escribir. Voy a ponerme con otras cosas, que hay demasiado por hacer.
Pronto os podré contar más y mejor.
Búscame en Google para ver una foto de mí
Cofundador
Acompañamos a entidades del Tercer Sector y a empresas de la economía social, para que su impacto sea duradero y transformador.
Web: mapeasocial.com
Pronto
Las dificultades son, simplemente, cosas que hay que superar.
Ernest Shackleton
El único modo de hacer un gran trabajo es amar lo que haces.
Steve Jobs
Haz lo que puedas, con lo que tengas, donde estés.
Theodore Roosevelt
Nadie es libre si no es dueño de sí mismo.
Epicteto
El mundo no es más que transformación, y la vida, opinión solamente
Marco Aurelio
Hoy comamos y bebamos, y cantemos y holguemos, que mañana ayunaremos.
Juan del Encina